La V Bienal de Arte Flamenco de Málaga ha querido recordar uno de los oficios más antiguos y duros, que ha estado muy presente en la vida de los gitanos, el de fragüero. Las herrerías han sido una ocupación central de los gitanos andaluces durante siglos. Allí, entre golpes de martillo al yunque, nació un cante grande y valiente, el martinete. Se hace proyectando la voz en una sucesiva escala ascendente, aunque, a veces, se interpreta con menor efusividad dejando para el alarde final una toná grande o debla.

Para el espectáculo ‘Fragua Gitana’, la Bienal ha reunido a tres voces veteranas capaces de ofrecer una ronda de martinetes del más alto nivel: Rancapino, José de la Tomasa y Juana la del Pipa. Tres voces añejas, puras, que han conocido de primera mano los cantes fundidos en las fraguas. Sobre el escenario se va a reproducir esta escena, abarcando, cómo no, otros palos indispensables en el flamenco. El baile lo pone una gitana racial, única: Carmen Ledesma y su cuadro. El fin de fiesta está asegurado.

Al cante:

Tía Juana la del Pipa

Rancapino

José de la Tomasa

Al Toque:

Joselito de Pura

Miguel Salado

Baile:

Mari Peña (al cante de Carmen Ledesma y Herminia Borja. Y al toque de Antonio Moya).

Palmas:

Luis Peña

José Ángel Cortes

Guión:

Alfonso Queipo de Llano

Precio:

    15€ General
    12€ Socios Culturama